Elegancia, distinción, identidad de ciudad en torno a la devoción a la Virgen del Rosario y su feria. La Feria de Fuengirola hunde sus raíces en la medianía del siglo XIX. Es desde 1901 cuando se tiene datos precisos de los festejos que tenían como epicentro la Plaza de la Constitución. Ha sido una feria cuyo enclave ha ido cambiando adaptándose al crecimiento de la propia ciudad. La Avenida de Mijas primero y la Avenida Jesús Santos Rein después forman parte de la memoria colectiva de quienes fueron afianzando los pilares de una de las mejores ferias de Andalucía. La puesta en marcha del actual Recinto Ferial en 1984, totalmente remodelado en sus infraestructuras en 2005, nos permite a fuengiroleños y visitantes disfrutar, cada día de impresionantes enganches, un paseo de caballistas impregnado de clasicismo y buen gusto y, por supuesto, una auténtica pasarela de mujeres maravillosamente bien vestidas de flamenca. Señas de identidad estas que tienen su sentido en las peñas que son los corresponsables de salvaguardar la autenticidad de una feria con caché y categoría, de la que los fuengiroleños presumimos y con motivo.

 


 

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